Noche de pasión, arte y costumbres populares durante la XXXIX edición del Festival Flamenco

El pasado fin de semana estuvo dedicado a la cultura. Entre los actos organizados, la XXXIX edición del Festival Flamenco volvió a tomar un importante protagonismo.

Una cita que como marca la tradición, los castilblanqueños y castilblanqueñas no dejaron pasar por alto, respondiendo con su asistencia a uno de los eventos que según sus propias opiniones “más nos gusta”.

Y es que tal es la afición de nuestro pueblo al mundo del flamenco que, cada año, el encargado de abrir el cartel es un vecino de la localidad, en este 2017, Valentín de María.

Junto a la guitarra del también castilblanqueño, Germán Bravo, el Festival arrancó por milongas, seguiriyas, tientos tangos y fandangos.

Palos del flamenco a los que se unieron las granainas y alegrías de la malagueña Virginia Gámez quien con la fuerza de su voz y desparpajo sobre el escenario, fue la siguiente en formar parte de este Festival.

Tras un receso de 15 minutos, el cante se reanudó con la Yiya. Fiel a su escuela supo entremezclar la tradición popular y el rigor flamenco cantando por tangos, seguiriyas, bulerías y fandango.

El broche final lo puso Macarena de Jerez. Acompañada al toque, al igual que el resto de sus compañeras de cartel, por Manuel Herrera, esta gaditana puso al público en pie, regalándole para cerrar su actuación algunos bailes flamencos.

Un Festival que un año más ha  vuelto a contar con la presencia de centenares de vecinos, visitantes y amigos del flamenco en general y que el próximo 2018, cumplirá su 40 aniversario, consiguiendo ser uno de los pocos de la provincia que se han mantenido a lo largo del tiempo, a pesar de las circunstancias económica, sin modificar su esencia.